Los relés térmicos son los aparatos más utilizados para proteger los motores contra las sobrecargas débiles y prolongadas. Se pueden utilizar en corriente alterna o continua. Sus características más habituales son:
– Tripolares. – Compensados, es decir, insensibles a los cambios de la temperatura ambiente. – Sensibles a una pérdida de fase (1), por lo que evitan el funcionamiento monofásico del motor. – Rearme automático o manual. – Graduación en “amperios motor”: visualización directa en el relé de la corriente indicada en la placa de características del motor.